𝗧𝗥𝗘𝗡 𝗠𝗔𝗬𝗔, 𝗣𝗔𝗥𝗧𝗜𝗖𝗜Ó𝗡 𝗗𝗘 𝗠É𝗫𝗜𝗖𝗢 𝗬 𝗦𝗨𝗠𝗜𝗦𝗜Ó𝗡 𝗔𝗡𝗧𝗘 𝗘𝗟 𝗜𝗠𝗣𝗘𝗥𝗜𝗔𝗟𝗜𝗦𝗠𝗢
En el aciago año de 1820, mientras el pueblo vertía su sangre en la gloriosa Guerra de Independencia contra el imperialismo español, agentes del otro imperialismo (E.U.) que acechaban a México, pusieron sus ojos en un proyecto que fraccionaría a México desde la columna vertebral y le permitiría a E.U. control comercial y militar ilimitado en la geografía hacia el sur del continente, ese proyecto es denominado por los yanquis (en 1820) Tren Transísmico, en el cual una zona estratégica por controlar era (y es) el Istmo de Tehuantepec.
En 1836 se concreta el robo de Texas y con ello se crean condiciones para el asalto militar de 1845-1848 y el robo de territorio mexicano; a la firma de los Tratados de Guadalupe-Hidalgo, E.U. pide la concesión del Tren Transísmico lo cual es rechazado por Antonio López de Santana. E.U. no cederían en ese objetivo, lo reviven con Porfirio Díaz que crea los Ferrocarriles Nacionales de México cuyo accionista era Henry W. Taft, hermano del presidente de los E.U.; asimismo, en el consejo de administración estaban William H. Nichols, Ernest Thallmann, James N. Wallace, James Speyer, Bradley W. Palemer, H. Clay Pierce, Henry S. Priest, Eban Richards y H.C. P. Channan, administración que demostraba la complicidad del capital yanqui con el gobierno de Díaz. Pero, de igual manera, Díaz concesionó otras rutas de ferrocarriles al imperialismo yanqui: El Ferrocarril de Subpacífico, el Kansas Citv. México y Oriente, el Panamericano y el Central Mexicano. Como se verá, los ferrocarriles “mexicanos” controlados por empresarios yanquis, controlaban 30 mil kilómetros de vías de ferrocarril, y aun así, los imperialistas no borraban de sus planes construir y controlar el corredor del Tren Transísmico.
𝐔𝐧 𝐬𝐢𝐠𝐥𝐨 𝐝𝐞𝐬𝐩𝐮é𝐬… 𝐏𝐥𝐚𝐧 𝐝𝐞 𝐃𝐞𝐬𝐚𝐫𝐫𝐨𝐥𝐥𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝐈𝐬𝐭𝐦𝐨 𝐝𝐞 𝐓𝐞𝐡𝐮𝐚𝐧𝐭𝐞𝐩𝐞𝐜 𝐲 𝐓𝐫𝐞𝐧 𝐌𝐚𝐲𝐚
Arrancada como obra de “gran calado” de la 4-T, López Obrador anunció la renovación de los ferrocarriles de México y el impulso del Eje Transísmico y el Tren Maya; la inversión inicial se dijo en 8 mil millones de pesos, el proyecto “tiene como finalidad convertir a la zona en un corredor interoceánico”.
Anunciado como un proyecto 100% mexicano para activar Zonas Económicas Especiales (ZEE, planificadas durante los gobiernos de Fox, Calderón y Peña Nieto), pero en realidad estará concedido a poderosas empresas transnacionales:
𝗧𝗿𝗮𝗺𝗼 𝗜.-Consorcio Mota-Engil-México y China Communications Construction Company, empresas chinas.
𝐓𝐫𝐚𝐦𝐨 𝐈𝐈.-Operadora CICSA y FCC Construcción, empresas “mexicanas” pero de capital norteamericano.
𝐓𝐫𝐚𝐦𝐨 𝐈𝐈𝐈.-Consorcio AZVI, Construcciones Urales y Gami Ingeniería e Instalaciones de México, de capital español.
𝐓𝐫𝐚𝐦𝐨 𝐈𝐕.-Ingenieros Civiles Asociados (ICA) de Carlos Slim.
𝐓𝐫𝐚𝐦𝐨 𝐕.-BlackRock, poderosísimo consorcio de capital yanqui.
𝐓𝐫𝐚𝐦𝐨 𝐕𝐈.- Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA). Obvio estará en “coordinación” con los otros tramos del Tren Maya, lo que, sabemos, será estar bajo órdenes del capital extranjero.
𝐓𝐫𝐚𝐦𝐨 𝐕𝐈𝐈.-Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA).
Cada una de las empresas va a controlar su tecnología, su tramo ferroviario y las instalaciones ¡Esto es ocupación extranjera de México cedida por el gobierno de la 4T!
También participarán las empresas Canadian National Railway, Kansas City Southern y el Consorcio Alstom Bombardier (de capital francés) que va a construir 44 trenes de alta tecnología.
¿Qué se le ofrece al pueblo? Salarios de 8 mil a 30 mil pesotes a cambio de su patria1.
El tramo territorial ferroviario va a partir los Estados mexicanos de Tabasco, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, lo que significa 1700 kilómetros de líneas férreas con 18 estaciones lo cual significa destruir comunidades y sistemas ecológicos, ¿Quiénes van a controlar todos los kilómetros de vías ferroviarias y las estaciones construidas? En el discurso demagógico nacionalista se dirá que el gobierno mexicano, por lo tanto “las y los mexicanos”, pero en los hechos la tecnología, el capital, las instalaciones serán “supervisadas” por los inversionistas ¡Entre ellos se repartirán el control territorial, tendrán sus propios sistemas de seguridad, traerán a sus propios elementos de resguardo, lo que significa ocupación territorial por militares extranjeros de territorio nacional!
En los planes del Plan de Desarrollo del Istmo de Tehuantepec y el Tren Maya está “rehabilitar las vías ya existentes”, “modernizar los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos, modernizar redes carreteras, reforzar la estructura digital, construir gasoductos para servicio de la industria petrolera” y (¡No podía faltar en un gobierno de “izquierda nacionalista”!): “elaborar una consulta entre los habitantes de la zona” para conocer su opinión y disposición al megaproyecto.
𝐋𝐚 𝐫𝐞𝐚𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐫𝐞𝐚𝐥…
Lo han denunciado diversas organizaciones sociales: la tal “consulta” ha sido una farsa, por el contrario, se ha ignorado a los pueblos o se han tomado decisiones en asambleas manipuladas con asistencia de 1% de las poblaciones afectadas.
Igualmente se ha desplazados a las autoridades comunitarias: sabios, consejeros, jueces tradicionales, consejos comunitarios, profesores, han sido perseguidos y desplazados por comisarios ejidales y presidentes municipales lacayos del poder reaccionario representado por el proyecto de muerte del gobierno de la 4-T y su presidente AMLO. Por ello, los pueblos y comunidades han denunciado que el Tren Maya es un frente de guerra contra los pueblos, una guerra de conquista que continúa el exterminio iniciado hace 528 años.
El Tren Maya y Plan de Desarrollo del Istmo de Tehuantepec significan partición y entrega de México a intereses extranjeros bajo el dulce mote de “inversión privada”; seguramente, en la próxima ceremonia del 15 de septiembre, AMLO gritará efusivo ¡Viva México! ¡Viva la Independencia! ¡Viva el pueblo de México! Mientras entregan el país al imperialismo, principalmente yanqui.
El Generalísimo José María Morelos y Pavón, el Siervo de la Nación, revolucionario que luchó y entregó su vida en la lucha por la Independencia de México contra el imperialismo español, exclamó contundente: “¡Malditos sean aquellos que con sus palabras defienden al pueblo y con sus hechos lo traicionan!”.
¡𝑵𝒐 𝒂𝒍 𝑻𝒓𝒆𝒏 𝑴𝒂𝒚𝒂!
¡𝑵𝒐 𝒂𝒍 𝑬𝒋𝒆 𝑻𝒓𝒂𝒏𝒔í𝒔𝒎𝒊𝒄𝒐! ¡𝑵𝒐 𝒂𝒍 𝑷𝒍𝒂𝒏 𝑰𝒏𝒕𝒆𝒈𝒓𝒂𝒍 𝑴𝒐𝒓𝒆𝒍𝒐𝒔!
¡𝑵𝒐 𝒂 𝒍𝒐𝒔 𝒑𝒓𝒐𝒚𝒆𝒄𝒕𝒐𝒔 𝒅𝒆 𝒎𝒖𝒆𝒓𝒕𝒆 𝒅𝒆𝒍 𝒈𝒐𝒃𝒊𝒆𝒓𝒏𝒐 𝒅𝒆 𝒍𝒂 4-𝑻!
¡𝑯𝒂 𝒅𝒆𝒔𝒆𝒏𝒎𝒂𝒔𝒄𝒂𝒓𝒂𝒓 𝒍𝒂 𝒅𝒆𝒎𝒐𝒄𝒓𝒂𝒄𝒊𝒂 𝒆𝒍𝒆𝒄𝒕𝒐𝒓𝒂𝒍 𝒃𝒖𝒓𝒈𝒖𝒆𝒔𝒂, 𝒊𝒏𝒔𝒕𝒓𝒖𝒎𝒆𝒏𝒕𝒐 𝒅𝒆𝒍 𝒄𝒂𝒑𝒊𝒕𝒂𝒍𝒊𝒔𝒎𝒐 𝒚 𝒍𝒂 𝒊𝒏𝒕𝒆𝒓𝒗𝒆𝒏𝒄𝒊ó𝒏 𝒊𝒎𝒑𝒆𝒓𝒊𝒂𝒍𝒊𝒔𝒕𝒂!
¡𝑷𝒐𝒓 𝒖𝒏𝒂 𝒈𝒐𝒃𝒊𝒆𝒓𝒏𝒐 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒄𝒍𝒂𝒔𝒆 𝒕𝒓𝒂𝒃𝒂𝒋𝒂𝒅𝒐𝒓𝒂!
¡𝑽𝒊𝒗𝒂 𝒍𝒂 𝒖𝒏𝒊𝒅𝒂𝒅 𝒐𝒃𝒓𝒆𝒓𝒂, 𝒄𝒂𝒎𝒑𝒆𝒔𝒊𝒏𝒂, 𝒊𝒏𝒅í𝒈𝒆𝒏𝒂 𝒚 𝒑𝒐𝒑𝒖𝒍𝒂𝒓!
¡𝑯𝒂𝒄𝒊𝒂 𝒍𝒂 𝑹𝒆𝒗𝒐𝒍𝒖𝒄𝒊ó𝒏 𝑫𝒆𝒎𝒐𝒄𝒓á𝒕𝒊𝒄𝒂 𝑷𝒐𝒑𝒖𝒍𝒂𝒓, 𝒉𝒂𝒄𝒊𝒂 𝒍𝒂 𝒓𝒆𝒗𝒐𝒍𝒖𝒄𝒊ó𝒏 𝒅𝒆 𝑵𝒖𝒆𝒗𝒂 𝑫𝒆𝒎𝒐𝒄𝒓𝒂𝒄𝒊𝒂 𝒂𝒈𝒓𝒂𝒓𝒊𝒂 𝒚 𝒂𝒏𝒕𝒊𝒊𝒎𝒑𝒆𝒓𝒊𝒂𝒍𝒊𝒔𝒕𝒂!
¡𝑺𝒐𝒏 𝒍𝒐𝒔 𝒑𝒖𝒆𝒃𝒍𝒐𝒔 𝒍𝒐𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒉𝒂𝒄𝒆𝒏 𝒍𝒂 𝒉𝒊𝒔𝒕𝒐𝒓𝒊𝒂!
¡𝑷𝒓𝒐𝒍𝒆𝒕𝒂𝒓𝒊𝒂𝒔 𝒚 𝒑𝒓𝒐𝒍𝒆𝒕𝒂𝒓𝒊𝒐𝒔 𝒅𝒆𝒍 𝒎𝒖𝒏𝒅𝒐, 𝒖𝒏í𝒐𝒔!
𝙈𝘼𝙍𝙏Í𝙉 𝙈𝘼𝙍𝙏Í𝙉𝙀𝙕 𝙍𝙊𝘿𝙍Í𝙂𝙐𝙀𝙕
(𝙋𝙤𝙚𝙩𝙖 𝙘𝙤𝙢𝙪𝙣𝙞𝙨𝙩𝙖 𝙢𝙚𝙭𝙞𝙘𝙖𝙣𝙤)
*Capitulo tomado de 𝐂𝐑𝐎𝐍𝐎𝐋𝐎𝐆Í𝐀𝐒 𝐃𝐄 𝐈𝐍𝐓𝐄𝐑𝐕𝐄𝐍𝐂𝐈𝐎𝐍𝐄𝐒 𝐌𝐈𝐋𝐈𝐓𝐀𝐑𝐄𝐒 𝐘𝐀𝐍𝐐𝐔𝐈𝐒 𝐄𝐍 𝐂𝐎𝐍𝐓𝐑𝐀 𝐃𝐄 𝐌É𝐗𝐈𝐂𝐎. 𝐋𝐀 𝐄𝐒𝐓𝐑𝐀𝐓𝐄𝐆𝐈𝐀 𝐏𝐀𝐑𝐀 𝐃𝐄𝐒𝐓𝐑𝐔𝐈𝐑 𝐋𝐀 𝐍𝐀𝐂𝐈Ó𝐍 𝐌𝐄𝐗𝐈𝐂𝐀𝐍𝐀. 𝐀 𝟓𝟎𝟎 𝐀Ñ𝐎𝐒 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐂𝐀Í𝐃𝐀 𝐃𝐄 𝐌É𝐗𝐈𝐂𝐎-𝐓𝐄𝐍𝐎𝐂𝐇𝐓𝐈𝐓𝐋Á𝐍 𝐘 𝐂𝐎𝐍𝐓𝐑𝐀 𝐋𝐀 𝐍𝐔𝐄𝐕𝐀 𝐆𝐔𝐄𝐑𝐑𝐀 𝐃𝐄 𝐂𝐎𝐍𝐐𝐔𝐈𝐒𝐓𝐀, de Martín Martínez Rodríguez, publicado por Ediciones Línea de Masas. Junio de 2021.
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1.- Cuando el sátrapa Vicente Fox decretó la expropiación de 5400 hectáreas pertenecientes a los pueblos de San Salvador Atenco, San Miguel Tocuila, San Francisco Acuexcoman, La Magdalena Panoayan y San Cristobal Nexquipayan (en defensa del territorio formaron el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, FPDT); para construir el “gran aeropuerto internacional” Fox ofreció al FDPT pagarles $7.20 por metro cuadrado de Tierra y “chamba en la terminal aérea”; o sea 7.20 pesos por despojar y destruir comunidades, culturas y entregar la Tierra al invasor, ¿No es lo mismo con el Tren Maya y el Plan de Desarrollo del Istmo de Tehuantepec? Urge retomar la heroica lucha del FDPT en el EDOMEX. N. A
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