𝐋𝐀 𝐈𝐍𝐕𝐀𝐒𝐈Ó𝐍 𝐌𝐈𝐋𝐈𝐓𝐀𝐑 𝐅𝐑𝐀𝐍𝐂𝐄𝐒𝐀 𝐂𝐎𝐍𝐓𝐑𝐀 𝐌É𝐗𝐈𝐂𝐎 𝐘 𝐋𝐀 𝐆𝐔𝐄𝐑𝐑𝐀 𝐏𝐎𝐏𝐔𝐋𝐀𝐑 𝐃𝐄 𝐋𝐈𝐁𝐄𝐑𝐀𝐂𝐈Ó𝐍 𝐍𝐀𝐂𝐈𝐎𝐍𝐀𝐋
𝖤𝗇 𝖾𝗅 𝟣𝟧𝟦 𝖺𝗇𝗂𝗏𝖾𝗋𝗌𝖺𝗋𝗂𝗈 𝖽𝖾 𝗅𝖺 𝖽𝖾𝗋𝗋𝗈𝗍𝖺 𝖽𝖾𝗅 𝗂𝗆𝗉𝖾𝗋𝗂𝖺𝗅𝗂𝗌𝗆𝗈 𝖿𝗋𝖺𝗇𝖼é𝗌 𝗒 𝖽𝖾𝗅 𝖿𝗎𝗌𝗂𝗅𝖺𝗆𝗂𝖾𝗇𝗍𝗈 𝖽𝖾 𝖬𝖺𝗑𝗂𝗆𝗂𝗅𝗂𝖺𝗇𝗈 𝖽𝖾 𝖧𝖺𝖻𝗌𝖻𝗎𝗋𝗀𝗈 𝗒 𝗅𝗈𝗌 𝗆𝖾𝗑𝗂𝖼𝖺𝗇𝗈𝗌 𝗍𝗋𝖺𝗂𝖽𝗈𝗋𝖾𝗌 𝖾𝗇 𝖾𝗅 𝖢𝖾𝗋𝗋𝗈 𝖽𝖾 𝗅𝖺 𝖢𝖺𝗆𝗉𝖺𝗇𝖺.
Iniciada la década de 1860, nuestro pueblo mexicano sufría pobreza y desgaste por tantas guerras intestinas (la Guerra de Independencia, la Guerra de Ayutla y la Guerra de Reforma, por ejemplo) atizadas y financiadas por las potencias imperialistas de España, Francia, Inglaterra y E.U. Ante tal estado de cosas, el gobierno de Juárez ve necesario decretar la Ley de Suspensión de Pagos (de las deudas externas), pero la reacción imperialista no se hace esperar y España, Francia e Inglaterra por medio de la Convención de Londres deciden invadir militarmente a México. El espíritu patriótico y antiimperialista del pueblo mexicano llama a la resistencia contra los invasores. La presión de los imperialistas contra el gobierno de Juárez es tan grave que obliga al gobierno a sostener negociaciones que logran detener a españoles e ingleses en sus intenciones invasoras, pero Francia no cede y decide invadir México en 1862.
Con la agresión contra México, el locuaz Napoleón III, azuzado por mexicanos derechistas como José María Gutiérrez de Estrada, José Manuel Hidalgo y Juan Nepomuceno Almonte, proponen imponer en México una monarquía, recolonizar (esclavizar) México y extenderse hacia el sur del continente; para tal juego imperial Maximiliano de Habsburgo (archiduque de Austria y príncipe de Hungría) es proclamado Emperador de México (Maximiliano I) a nombre de Francia en 1864. La agresión militar francesa avanzaba dirigida por Charles Ferdinand Latrille (conde de Lorencez) ¡30 mil soldados franceses del Ejercito Imperial invadieron México masacrando a nuestro pueblo que heroico resistió por medio de la guerra de guerrillas! ¡En nuestro corazón está el triunfo estratégicamente vital de la batalla de Puebla (5 de mayo de 1962) dirigida por el General Ignacio Zaragoza! ¡Gloria a las heroicas guerrillas tabasqueñas derrotando a los franceses en la batalla de El Jahuacal el 1 de noviembre de 1863! ¡Gloria a las guerrillas tabasqueñas derrotando a los franceses en la batalla de San Juan Bautista el 27 de febrero de 1864!
Y de esa lucha de tendencias de las que habla el Coronelazo David Alfaro Siqueiros, no estuvo exenta la lucha popular antiimperialista del pueblo de México contra los invasores franceses; entonces surge la línea claudicante, liquidadora, entreguista representada por los generales Manuel Doblado y Jesús González Ortega que, al unísono con el gobernador de Nuevo León Santiago Vidaurri, exigen a Benito Juárez:
1.- Rendir las armas nacionales.
2.- Detener la guerra popular.
3.- Renunciar al cargo de presidente y
4.- Aceptar las condiciones imperiales de Francia.
Juárez y su gobierno se negaron rotundamente.
A la agresión francesa se suman militares mexicanos de alto rango como los generales Miguel Miramón, Tomás Mejía y Ramón Ramírez Arellano, los tres traidores dirigieron combates de franceses contra el pueblo mexicano ¿Qué hizo Juárez ante el surgimiento de tendencias oportunistas, liquidadoras, claudicantes y traidoras?
El 25 de enero de 1862, el gobierno juarista lanza un nuevo decreto en el cual indica que serían sentenciados a muerte todos los mexicanos y extranjeros que atenten contra la independencia, la seguridad nacional y el derecho internacional; tal decreto fue reforzado el 12 de abril de 1862 llamando a filas combatientes a todo el pueblo de México, en tal decretó Juárez incita a la formación de la guerra de guerrillas contra los invasores y traidores bajo ordenamientos político militares:
1.- Desde el momento del inicio de las operaciones militares por las tropas francesas, se declaró el estado de sitio en todos los lugares ocupados por ellas y, los mexicanos que permaneciesen ahí sin razones válidas que lo justificasen, serían castigados como traidores a la patria y sus bienes confiscados.
2.- Todos los mexicanos entre los 20 y los 60 años estaban obligados a empuñar las armas, independientemente de la clase social a que pertenecieran y los cargos que desempeñaran.
3.- Los gobernadores de los estados quedaban autorizados para organizar guerrillas, según su criterio y de acuerdo a las condiciones existentes.
4.- Incautación de todos los bienes y propiedades que sirvieran para la defensa de la República mexicana.
𝐋𝐚 𝐫𝐞𝐬𝐢𝐬𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐧𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐚𝐥 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐫𝐚 𝐥𝐚 𝐢𝐧𝐯𝐚𝐬𝐢ó𝐧 𝐠𝐚𝐥𝐚 𝐚𝐯𝐚𝐧𝐳𝐚.
Las fuerzas intervencionistas fueron obligadas al repliegue por el avance de las guerrillas mexicanas; Maximiliano I, es escoltado por militares mexicanos traidores bajo mando de los generales Miramón y Mejía, todos son cercados en Querétaro y capturados en el Cerro de las Campanas último reducto de invasores y traidores del llamado Segundo Imperio. Sometidos a juicio son sentenciados a muerte para el día 19 de junio de 1867, sentencia aplicada conforme al decreto de 25 de enero de 1862; inmediatamente comenzaron los intentos de defensa de indulto para el guiñapo Maximiliano al cual abandonó Napoleón III.
Maximiliano en un acto de descaro insólito escribe a Juárez:
“Sr. Don Benito Juárez.
Próximo a recibir la muerte, a consecuencia de haber querido hacer la prueba de si nuevas instituciones políticas lograban poner término a la sangrienta guerra civil que ha destrozado desde hace tantos años este desgraciado país, perderé con gusto mi vida, si su sacrificio puede contribuir a la paz y prosperidad de mi nueva Patria.
Íntimamente persuadido de que nada sólido puede fundarse sobre un terreno empapado de sangre y agitado por violentas conmociones…”
¡Descaro total de Maximiliano, después de haber sido la punta de lanza de una cobarde y feroz invasión que con 30 mil soldados extranjeros masacraron a nuestro pueblo, el cobarde Maximiliano I lloró miserablemente pidiendo clemencia a Juárez!
Los abogados Mariano Riva Palacio y Rafael Martínez de la Torre, defensores de Maximiliano, escriben a Juárez:
“…moralmente, ha sido satisfecha ya por la sentencia pronunciada, y su ejecución es innecesaria e inconveniente. El término del Imperio es definitivo, porque asegura la existencia de la República. Los hombres de todos los partidos verán, en el indulto de Maximiliano, un acto de alta política que pide clemencia y apoya el pensamiento de la paz…”
El embajador de Prusia, a nombre de Europa escribe a Benito Juárez:
“…conserve la vida a este Príncipe, digno de lástima…la historia eleva tanto más a las Naciones, cuanto son más nobles y generosos los actos que ejerce; y el mayor de todos es compadecerse del vencido…”
Esta fue la respuesta del gobierno juarista a los defensores de invasores y traidores:
“El ciudadano Presidente de la República se ha servido acordar que no puede accederse a ellas, por oponerse a este acto de clemencia las más graves consideraciones de justicia y de necesidad de asegurar la paz de la Nación…”
Por su parte Juárez respondió así a los solicitantes de clemencia para Maximiliano y sus lacayos: “No mato al hombre, mato la idea.”
El día 19 de junio de 1867, son fusilados Maximiliano de Habsburgo y los generales traidores Miramón y Mejía en el famoso Cerro de las Campanas.
Con la victoria por la segunda independencia de México, uno de los ejércitos más poderosos del mundo (el ejército francés) fue humillado por guerrillas pobres y mal armadas nacionales, lo que nos obliga como mexicanas y mexicanos a nunca olvidar lo que contundente dijo el General Ignacio Zaragoza: “Ellos tienen el mejor ejército del mundo, nosotros tenemos a los mejores hijos de México.”
¿Y qué idea mataba Juárez a nombre del pueblo de México?
La idea imperialista, invasora, de cercenar a México y esclavizar a mexicanos y mexicanas.
El pueblo de México con espíritu patriota y guerra popular de liberación daba fin a la traición de mexicanos entreguistas asesinos de su propio pueblo y a la osadía del imperialismo francés contra nuestra nación; lección que hoy deben de recordar los imperialistas yanquis y sus lacayos sionistas israelís que tantas agresiones “encubiertas” están orquestando hoy contra nuestra nación mexicana.
Pueblo de México, hoy más que nunca se requiere recuperar nuestra memoria histórica, la memoria combativa, patriota y digna de pueblo insurrecto que nada tiene que ver con las bufonadas de “abrazos no balazos” ¡Urge recuperar nuestra Memoria Histórica del manoseo que de ella está haciendo la burguesía burocrática para sostener al sistema capitalista de privilegios para castas mafiosas!
¡𝗛𝗮𝗰𝗶𝗮 𝘂𝗻 𝗴𝗼𝗯𝗶𝗲𝗿𝗻𝗼 𝗗𝗲𝗺𝗼𝗰𝗿á𝘁𝗶𝗰𝗼 𝗣𝗼𝗽𝘂𝗹𝗮𝗿!
¡𝗖𝗼𝗻𝘀𝘁𝗿𝘂𝗶𝗿 𝗥𝗲𝘃𝗼𝗹𝘂𝗰𝗶ó𝗻 𝗱𝗲 𝗡𝘂𝗲𝘃𝗮 𝗗𝗲𝗺𝗼𝗰𝗿𝗮𝗰𝗶𝗮!
¡𝗩𝗶𝘃𝗮 𝗹𝗮 𝘂𝗻𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗼𝗯𝗿𝗲𝗿𝗮, 𝗰𝗮𝗺𝗽𝗲𝘀𝗶𝗻𝗮 𝘆 𝗽𝗼𝗽𝘂𝗹𝗮𝗿!
¡𝗔𝗹𝘁𝗼 𝗮 𝗹𝗮 𝗶𝗻𝘁𝗲𝗿𝘃𝗲𝗻𝗰𝗶ó𝗻 𝗺𝗶𝗹𝗶𝘁𝗮𝗿 𝘆𝗮𝗻𝗾𝘂𝗶 𝗰𝗼𝗻𝘁𝗿𝗮 𝗠é𝘅𝗶𝗰𝗼!
¡𝗙𝘂𝗲𝗿𝗮 𝗺𝗶𝗹𝗶𝘁𝗮𝗿𝗲𝘀 𝘀𝗶𝗼𝗻𝗶𝘀𝘁𝗮𝘀 𝗶𝘀𝗿𝗮𝗲𝗹í𝘀 𝗱𝗲 𝗠é𝘅𝗶𝗰𝗼!
¡𝗕𝗮𝘀𝘁𝗮 𝗱𝗲 𝗲𝗻𝘁𝗿𝗲𝗻𝗮𝗿 𝘆 𝗮𝗿𝗺𝗮𝗿 𝗮 𝗹𝗼𝘀 𝗰á𝗿𝘁𝗲𝗹𝗲𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝘁𝗮𝗻𝘁𝗼 𝗺𝗮𝗹 𝗲𝘀𝘁á𝗻 𝗵𝗮𝗰𝗶𝗲𝗻𝗱𝗼 𝗮 𝗻𝘂𝗲𝘀𝘁𝗿𝗮 𝗽𝗮𝘁𝗿𝗶𝗮!
¡𝗦ó𝗹𝗼 𝗹𝗮 𝘂𝗻𝗶𝗱𝗮𝗱 𝘆 𝗹𝗮 𝗳𝘂𝗲𝗿𝘇𝗮 𝗿𝗲𝘃𝗼𝗹𝘂𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗿𝗶𝗮 𝗱𝗲𝗹 𝗽𝘂𝗲𝗯𝗹𝗼 𝗱𝗲𝘁𝗲𝗻𝗱𝗿á𝗻 𝗮 𝗹𝗼𝘀 𝗮𝘀𝗲𝘀𝗶𝗻𝗼𝘀 𝘆 𝘀𝘂𝘀 𝗮𝗺𝗼𝘀 𝗶𝗺𝗽𝗲𝗿𝗶𝗮𝗹𝗶𝘀𝘁𝗮𝘀!
¡𝗣𝘂𝗲𝗯𝗹𝗼 𝗱𝗲 𝗠é𝘅𝗶𝗰𝗼, 𝘂𝗻𝗶𝗿𝘀𝗲 𝗰𝗼𝗻𝘁𝗿𝗮 𝗲𝘅𝗽𝗹𝗼𝘁𝗮𝗱𝗼𝗿𝗲𝘀, 𝗮𝘀𝗲𝘀𝗶𝗻𝗼𝘀 𝗲 𝗶𝗻𝘁𝗲𝗿𝘃𝗲𝗻𝗰𝗶𝗼𝗻𝗶𝘀𝘁𝗮𝘀 𝘆𝗮𝗻𝗾𝘂𝗶𝘀!
¡𝗟𝗮 𝗥𝗲𝘃𝗼𝗹𝘂𝗰𝗶ó𝗻 𝗽𝗼𝗽𝘂𝗹𝗮𝗿 𝗲𝘀 𝗹𝗼 ú𝗻𝗶𝗰𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗽𝘂𝗲𝗱𝗲 𝘀𝗮𝗹𝘃𝗮𝗿 𝗮 𝗹𝗮 𝗥𝗲𝗽ú𝗯𝗹𝗶𝗰𝗮*!
𝗠𝗔𝗥𝗧Í𝗡 𝗠𝗔𝗥𝗧Í𝗡𝗘𝗭 𝗥𝗢𝗗𝗥Í𝗚𝗨𝗘𝗭**
(𝗣𝗼𝗲𝘁𝗮 𝗰𝗼𝗺𝘂𝗻𝗶𝘀𝘁𝗮 𝗺𝗲𝘅𝗶𝗰𝗮𝗻𝗼)
19 de Junio de 2021
* Frase profética del General Emiliano Zapata. Nota del Autor.